Holanda y Australia jugaron un gran partido.
Australia cambió la pésima imagen que había dejado en el debut contra Chile, donde a los 14 minutos ya se había comido 2 goles.
Hoy jugó mejor que Holanda durante 70 minutos. Su juego se basó en la intensidad para la presión y en el ataque. Lamentablemente la calidad individual de sus jugadores alcanza apenas para hacer buenos partidos.
En el primer tiempo cuando jugaba mejor, un error defensivo le permitió a Robben meter el primer gol para Holanda. Enseguida lo empató con un golazo de Cahill (el mejor jugador australiano por juego y temperamento), antes de que los espectadores comenzáramos a especular con cuantos goles iba a hacer Holanda.
Se puso en ventaja merecidamente a través de un penal pero no pudo sostener el resultado. A los pocos minutos Van Persie lo empató y al ratito, Depay desde afuera metió el tercero.
Los fallos defensivos y ofensivos les impidieron la victoria a los australianos. Minutos antes de tercer gol holandés perdieron un gol increíble, y en el tercer gol el golero se comió los mocos.
Salvo un milagro y medio, los amigos del canguro ya están eliminados.
Holanda dejó muchas dudas. Jugar al error del rival y a la contra es una forma válida pero no siempre da buenos resultados. Se conoce de la amplia superioridad que hay entre una selección y otra, y por eso se espera que el mejor no puede especular de esa forma.
Varios errores defensivos, poco fútbol y otra vez gran actuación de sus figuras estelares: Robben que gana todos los mano a mano y Van Persie que hace goles de todos los colores.
Salvo un milagro y medio, los amigos de la Fanta ya están clasificados a octavos.
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