Con los dos equipos clasificados, Holanda especuló bastante y jugó con la desesperación de Chile que
necesitaba ganar para no cruzarse en octavos con Brasil.
El partido fue aburrido y con pocas llegadas.
Chile marcó el ritmo.
Carente de ideas fue al frente pero se chocó siempre con los defensores
holandeses.
Holanda esperó tranquilo en su campo para salir rápido de contragolpe
aprovechando a un Robben tremendo que hasta ahora es la figura del Mundial.
Faltando poco para terminar Holanda logró la ventaja, cuando Chile ya
estaba jugado en ataque y desordenado defensivamente.
Las variantes no le dieron resultado a Sampaoli, desestructuraron al equipo.
En cambio a Van Gaal le resolvieron el partido.
La actitud de técnico y jugadores chilenos de quejarse del árbitro y de la forma de jugar del rival
me parece de cuarta. El juez fue espantoso para los dos lados. Y Holanda ya se
sabe que juega al contragolpe.
Lo mejor sería reconocer la derrota y ser autocrítico porque también se
pierde por méritos del rival y errores propios.
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