lunes, 10 de septiembre de 2012

Y si probamos otra cosa?

La terquedad ha sido una de las principales características del señor Tabárez a lo largo de este ciclo, que ha tenido vaivenes. Indudablemente la selección a logrado ser un equipo fuerte y respetado a nivel mundial, pero eso no alcanza. Uruguay es un equipo que no tiene variantes, pero no por falta de jugadores, ni de esquemas tácticos que puedan ser utilizados, sino por la necedad del DT. A pesar del calor barranquillero, que sin lugar a dudas influyó negativamente, el equipo uruguayo no tuvo variantes. Una de las peores selecciones colombianas de los últimos tiempos se floreó días atrás y se apiadó por momentos de los uruguayos. Fue una tarde terrible, no solo por el 4 a 0 en contra (que perfectamente podría haber sido 8 a 0, y no lo fue por la mala puntería o por la poca capacidad de los colombianos para ser contundentes), sino por el bajo nivel que mostraron muchos de los jugadores, y la falta de respuestas. Edinson Cavani es un gran delantero, y es idolatrado en el club que se desempeña, pero lamentablemente en la selección a demostrado muy poco. En el mundial tuvo un nivel superlativo que lo llevó a la titularidad, pero jugando muy retrasado, cumpliendo funciones que tenían más que ver con la marca y la cobertura que con lo que el tipo hace naturalmente, que es hacer goles. En la Copa América tuvo una lesión que lo marginó de varios partidos, así que es prácticamente imposible evaluarlo. Y, en las eliminatorias ha demostrado que cualquier delantero de medio pelo le puede pelear el puesto. (Ni que hablar de su desempeño en los J.J.O.O, del que puede decirse únicamente que fue impresentable). Entonces? Por qué el DT se empeña en mantenerlo de titular teniendo otros jugadores que están pidiendo pista? Por qué ese afán por no arriesgar absolutamente nada y por morir siempre con la misma? No será momento de probar con la Joya Hernández, o tendremos que esperar hasta el final de este ciclo? Tampoco es sano caer sobre un solo jugador, porque estaríamos viendo el árbol y no el bosque. Estos jugadores demostraron claramente que no juegan cómodos con línea de 3 (o línea de 5, según el cristal con que se mire). Los zagueros pierden la referencia de las marcas y los laterales jamás cierran. La prueba está en los dos primeros goles colombianos. El primero viene de un centro que tiran del sector del Mono Pereira que jamás llega a tapar, y que cruza toda el área. En la segunda pelota el que no llega a tapar es Palito Pereira, y el centro va directo al centrodelantero del que habló todo el mundo durante diez días, y la manda a gurdar, porque el zaguero que tiene más cerca está casi a 2 metros de distancia. En el segundo gol, tanto Godín como Lugano salen muy lejos de la zona en la que tienen que marcar, un gran pase de un colombiano los deja lejos a los dos y el mono Pereira termina corriendo de atrás a Gutiérrez para cerrarlo, y jamás llega. El bajo nivel de algunos jugadores impresiona. Godín se ha contagiado de la falta de fútbol de Lugano. Alvaro Pereira hace un tiempo hacía casi todo mal, pero siempre aportaba un pase o un buen centro que se convertía en jugada de peligro, ahora nada. No marca, no se proyecta y no pasa bien la pelota. El Ruso Pérez cada vez marca menos y tiene muchos problemas para entregar bien los pases. Arévalo Ríos corre prácticamente solo. Igual no hay que alarmarse, pero si abrir los ojos. En el banco salvo Scotti, Tata González y Eguren hay buen material. Si Godín o Lugano andan mal puede jugar Victorino. Si Cavani sigue errando infantilmente algunos goles y no recupera su nivel puede jugar Abel Hernández. Si el Ruso sigue arrastrándose, puede entrar Gargano. Lo importante es que se comprenda que esto es fútbol, y en el fútbol deben jugar los que están mejor. No necesariamente hay que casarse con los jugadores por la "gloria" del pasado. Los jugadores profesionales deberían entender a la perfección que si no estás en buen nivel comés banco. Los DTs profesionales también. Sería saludable comenzar a probar otra cosa.