Es altamente subestimada por la prensa, en cuanto a no candidatearla para ganar la copa y es bastardeada por una serie de errores que cometen los periodistas al repetir conceptos caducos en su forma de juego.
Su presencia en los torneos continentales es como el accionar del la mafia, obra de manera desapercibida, tiene la cabeza fría y la sangre caliente tanto como para que no le tiemble el pulso en los momentos decisivos. Llega a la final como si “pareciera” un accidente pero es producto de sus acciones.
Sus jugadores juegan cada pelota como si fuera la última, lo que en el fútbol sudamericano se llamaría poner huevo.
Siempre están bien parados, recordando la idea de que una buena defensa es el mejor ataque.
No tienen un juego bonito sino con un objetivo concreto meter la pelota en el arco rival.
Comparte una semejanza con el vino ya que algunos de sus jugadores con sus años y experiencias le aportan una cualidad exquisita y fundamental en la cancha.
Tiene tres jugadores que cumplen roles fundamentales en tres posiciones distintas. Buffon en el arco es golero difícil de vencer. Pirlo le aporta pausa y cabeza al juego italiano. Balotelli tiene potencia y locura todo lo que necesita un delantero para romper los arcos de los contrarios.
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